lunes, 19 de julio de 2010

La plegaria del corazón


vdochnovenie_100_wpEl Zóhar, capítulo Shemot, punto 368: Cuando el Rabí Elazar estaba sentado ayunando, estaba rezando y decía, “Está revelado y es conocido de Ti, Señor mi Dios, y el Dios de mis padres, que he sacrificado mi grasa y mi sangre para Ti, y los he hervido con el calor y la debilidad de mi cuerpo…”


Hay una gran diferencia entre estar leyendo estas palabras del libro de las oraciones al que, dentro de mí, suceda algo y explote en una aspiración hacia el Creador, expresándose en palabras.

Tales sensaciones se crearon dentro de mí y se convirtieron en palabras y frases. Incluso, puede que no conozca este idioma… No sé cómo ocurre, pero el resultado de mis esfuerzos hace que iguale mis deseos con la Luz y los una a ella.

La Luz y los deseos producen esta reacción en el alma: se perciben en mi cerebro, éste transmite la indicación a los órganos de articulación y yo los pronuncio, pero ¡no sé de dónde han surgido estas palabras en mí!

Tal debe ser la verdadera plegaria, cuando todo procede de dentro, de la unión de las luces con los Kelim, de las mismas bases profundas de la creación. Se crea, gradualmente, el llenado del deseo con la Luz —toda TaNTA (el Kli completo: Taamim, Nekudot, Taguin, Otiot)— hasta que ellos llegan a la expresión, gracias al aparato de articulación.

Está claro que Rabí Elazar pronunciaba esta plegaria no según el libro de las oraciones, sino encontrándose en este estado de conexión con el Creador.

Antes de la destrucción del Segundo Templo, el pueblo de Israel estaba en conexión con el Creador, es decir, en las cualidades de otorgamiento y amor. Su plegaria era la sensación en su corazón (en su deseo). Está escrito de esta manera: “¿Qué es una plegaria? Es el trabajo en el corazón”.

Pero los Sabios de la Gran Asamblea (Anshei Kneset HaGdola), sabiendo que pronto se acercaría una caída en el egoísmo la ocultación del Creador en cada uno crearon para nosotros el libro de las oraciones. Este libro narra sobre los estados, cuales debe pasar el hombre.

Lo llamaron Sidur y nos muestra el orden de los estados espirituales que debemos pasar en nuestro corazón, es decir, en nuestro deseo.

Pero, como no podemos hacer esto durante nuestro exilio, debido a la ausencia de la conexión con la Luz (con el Creador) por estar la Fuerza Superior oculta debemos leer mecánicamente las palabras del libro de las oraciones. De algún modo, intentamos imaginar qué pueden significar dichas palabras en lo espiritual…

Sólo la Luz, durante los estudios de la Cabalá, provocará en nosotros sensaciones, pensamientos, sentimientos, palabras y frases de nuestra plegaria, como resultado del trabajo de nuestro corazón y no del aparato de articulación.

(Extracto de la lección sobre el libro del Zóhar, correspondiente al 22 de abril 2010)

martes, 13 de julio de 2010

Conferencia del Rav, 5 de Marzo, 2004

Fue dicho: “Reúnanse en el Monte Sinaí”; y hubo una condición: “Ki ish ehad be lev ehad” (“Como un hombre con un corazón”), lo que significa tener un absoluto, mutuo y completo Arvut.


El poder de ARVUT se manifiesta en todas nuestras acciones porque ADAM fue destrozado en billones de piezas como resultado de SHVIRA (ruptura). Yo activo la Luz (la luminiscencia) desde mi etapa corregida que existe en los niveles elevados cuando deseo atraer la Luz correctiva y clarificante hacia mi fragmento personal de ADAM que siento como yo mismo, puedo clarificar y corregir mis KELIM (deseos) solo bajo la influencia de la Luz que proviene de arriba.

Cómo puedo yo, estando en el nivel "0", irradiar hacia mí desde el nivel "100"? Estoy aliado al resto de las almas en el nivel "100". Entonces, existe Luz en este KLI unido. Esta alianza representa que yo (en relación a otras almas) y ellos (en relación a mí) existe en la intención "por el propósito de la recepción". La Luz puede entonces ingresar y existir entre nosotros en esta alianza que es llamada alma colectiva de Adam Rishon (N.del T.: en hebreo "primer hombre"). Somos todos partes de ÉL. Si nos esforzamos en unirnos unos con otros, por. ej.; intentamos retornar al estado de Adam Rishon, la Luz Circundante comienza a iluminarnos desde el nivel "100".

Si efectivamente pudiéramos unirnos de tal manera, recibiríamos OHR PNIMI, la cual en correspondencia, nos llenaría con ese nivel. Sin embargo, dado que aún no podemos hacerlo, sino solo intentarlo, la Luz Circundante, desciende sobre nosotros en respuesta a nuestra aspiración y deseo de alcanzar ese nivel. Esa Luz, nos está corrigiendo.

Como escribió Baal HaSulam al final de "Introducción al Talmud Eser Hasfiroth": "...y es por eso la pregunta: Si es así, porqué los kabalistas obligan a todos a aprender Kabbalah? Sin embargo, hay un gran elemento merecedor de hacerse público, que posee una propiedad milagrosa e invaluable..." Que significa una propiedad milagrosa? Es cuando obtengo algo que no merecí. "...la propiedad milagrosa para aquellos que estudien Kabbalah, incluso aunque no entiendan lo que aprenden, es que aspiran a algo,...pero porqué tal aspiración y persistencia por el deseo de comprender" (comprender significa unirse),"...el proceso de aprendizaje atrae la luz que rodea sus almas". Además, Baal HaSulam, explica que todos tienen un nivel espiritual que deben alcanzar y, de no hacerlo, el hecho de aspirar a lograrlo atrae la luz desde aquel nivel.

Entonces, tienes un grupo y estudios para atraer luminiscencia de la Luz Circundante que te corrige. En el estado de análisis, de darse cuenta de lo dañino, y en el estado de corrección de los kelim con el deseo de entrega y en los estados intermedios, es imposible analizar y corregir cualquier movimiento, cualquier acción (pero hay muchas acciones en el camino). Podemos hacerlo solo con la ayuda de un grupo atrayendo la Luz Circundante desde el nivel Superior donde todas las almas están unidas.

Parece que todas las acciones deban transitar a través del grupo, incluso aunque no veamos las conexiones entre ellas. Sin embargo, para atraer la Luz Circundante, debemos actuar como tal desde el comienzo. Es por ello que los Kabbalistas de todas las generaciones practicaron el proceso de aprendizaje grupal.