viernes, 19 de noviembre de 2010

MASAJ


Las Luces Circundantes (Or Makif) y el Kelim circular (Kelim de Igulim) son los medios que utilizamos para avanzar y movernos de un estado a otro en el espacio espiritual. Lo que diferencia al Kelim circular (vasijas, deseos) es que carecen de una pantalla (Masaj) y no ejecutan Zivug de Hakaa (emparejándose mientras impresionan) hasta la medida de su similitud con la Luz. Solo la pantalla nos brinda esta similitud, conexión con la vasija, gracias a lo cual el Kli (vasija) define qué dirección tomar por sí mismo.

Sin embargo, por el momento, un Kli circular no tiene una pantalla que le organice sus deseos en una línea, de arriba abajo, hasta el punto de su similitud con la cualidad de otorgamiento. Y sin embargo, las vasijas sin pantalla, también viven, se mueven, y se transforman bajo la influencia de las Luces Circundantes.

De hecho, ¿Cómo permaneceríamos avanzando desde nuestro mundo a través de todo el periodo de preparación hacia el Majsom y hacia la entrada a la realidad espiritual a menos que las Luces Circundantes nos estuvieran afectando? ¿Qué dispositivos utilizaríamos? Después de todo, no tenemos una pantalla. ¿Eso significa que seremos abandonados a merced del flujo natural de los eventos y del destino?

Por otra parte, si los Kelim continúan gravitando hacia la pantalla y si sus puntos en el corazón se despiertan y les dan el primer impulso hacia la corrección, hacia la verdad, quedan bajo el efecto de la Luces Circundantes. Estas Luces actúan de acuerdo al esfuerzo del Kli, sus deseos y peticiones sin importar lo tonto que sean. De una manera similar, los niños no saben todavía exactamente cómo van a evolucionar pero sin embargo, continúan creciendo y desarrollándose. Todo esto sucede debido al impacto de las Luces Circundantes.

Fui guiado hacia el grupo, y hago lo que parece correcto a la vista de mis amigos. Sin tener entendimiento o poder, continúo sin entender completamente lo que está sucediendo pero siento que es importante para mí.

Hasta que una persona entra en el mundo espiritual, no sabe si está vivo o muerto, como vive y que lo nutre. No tenemos idea cual es el verdadero status quo hasta que llegamos a entender al Creador en el grado más pequeño.

Por lo tanto, somos guiados por las Luces Circundantes. Las atraemos y deseamos que nos afecten. En la oscuridad, sin la pantalla, la intención de otorgamiento, en la intención egoísta Lo Lishma que inevitablemente se origina de su rompimiento, seguimos gravitando hacia Lishma, otorgamiento. Asustados e indispuestos, sin embargo no lo ignoramos más.

Por lo tanto, en tal situación, nos sentimos afectados por las Luces que están relacionadas no con una línea sino con un círculo: el entorno compuesto por los amigos en el cual hacemos nuestro trabajo.

Rav Michael Laitman

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