La
Luz llega al deseo que se encuentra en la relación entre las almas, por eso, si
queremos reforzar el pedido, debemos primeramente despertarnos con todo tipo de
actividades, llegar con este despertar al grupo, recibir del grupo el
entusiasmo para que tengamos el deseo de otorgar y de unirnos con los demás.
Cuanto
más nos despertemos y entremos así al grupo, en la misma medida recibiremos de
ellos una respuesta, el entusiasmo, de la cual debemos impresionarnos lo más
posible, y esto es lo que nos posibilitará dirigirnos a la Luz Circundante.
¿Por qué, en realidad? Porque si nos dirigimos al grupo, es signo de que
preferimos el otorgamiento al recibimiento, valoramos al grupo más que a
nosotros mismos.
Dirigirnos
al grupo nos construye correctamente en lo espiritual, porque nos entusiasmamos
de ellos, estamos dispuestos a absorber todo lo que ellos me cuentan, como si
fuera de una fuente sagrada.
En
esta forma estamos por encima de nuestro ego y pedimos corrección, reformarnos.
Este tipo de pedido invita a la Luz que reforma.
Clase matinal, Parte III, 21:00-17:49
Rav Laitman
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