martes, 17 de abril de 2012

El HOMBRE como un TODO

Escritos del Rabash

Como un todo, el hombre consiste de dos discernimientos: 
1) su propia existencia, 2) la existencia de la realidad.
La existencia de la realidad se divide en tres partes:
1)   Necesidad, sin la cual la realidad podría dejar de ser. Por eso, es suficiente comer una pequeña rebanada de pan seco y una taza de agua fría por día, dormir en un banco durante unas pocas horas con la ropa aún puesta, y ni siquiera en casa, sino en un campo o en alguna cueva durante la lluvia para resguardarse de mojarse. También sus ropas pueden ser nada más que harapos.
2)   Comportarse como un ordinario burgués; pero sin desear asemejarse al rico, quien tiene mucho dinero, un hermoso mobiliario, fina parafernalia, y agradable ropa, y no tener el deseo de comer y beber todo a lo que al estilo del rico se acostumbra comer y beber.
3)   Existe un ansia y demanda en su cuerpo por asemejarse al rico. Y pese a que él no puede obtener lo que desea, sus ojos y corazón están dedicados a eso, y desea y trabaja para obtenerlo –para ser admitido en la clase del rico.
4)   Este existe en los anteriores tres discernimientos: Si él ha hecho lo suficiente durante el día, no se preocupa del mañana. Es más, cada día es referido por él como el lapso de toda su vida.
Normalmente, la gente se preocupa por satisfacer sus necesidades sólo durante setenta años. Pero, pasados ciento veinte años, un hombre ya no se preocupa de sus suministros. También, a veces, una persona piensa que cada día debe ser en sus ojos como nuevo, es decir, como una nueva creación.
Esto es como una reencarnación –que la persona de ayer ha encarnado en la persona de hoy y debe corregir todo lo que hizo el día anterior; en ambas cosas, tanto en méritos como en buenas deudas. Es decir, ya sea que haya hecho Mitzvot o trasgresiones.
Por ejemplo, si él tomó algo de su amigo, debe regresarlo. Y si le prestó algo a su amigo, debe recibirlo, ya que cobrar una deuda es una Mitzva (singular de Mitzvot), por lo que debe cobrarle a su amigo.
 Y ahora hablaremos del amor por el Creador. Primero, uno debe saber que el amor es traído mediante acciones. A través de dar a sus amigos regalos, cada regalo que da a su amigo es como una flecha y una bala que hace un hoyo en el corazón de su amigo. Y aunque el corazón de su amigo es como una roca, aun así, cada bala hace un hoyo. Y todos los agujeros juntos hacen un hoyo en el que entra el amor del que da esos regalos.
Y la calidez del amor le acerca las chispas de amor de su amigo, y entonces los dos amores entretejen un ropaje de amor que los cubre a ambos. Significa que un amor les rodea y envuelve a ambos, y ellos, naturalmente, se vuelven una persona; porque el ropaje que los cubre a ambos, es un sólo ropaje. Así pues, ambos son anulados.
Es una regla que todo lo nuevo es emocionante y entretiene. Por tanto, después de que uno reciba la ropa de amor del otro, sólo se regocija del amor del otro y se olvida del amor propio. En ese momento, cada uno de ellos comienza a recibir placer sólo de preocuparse de su amigo y no puede preocuparse de sí mismo, ya que cada persona puede trabajar sólo donde recibe placer.
Y como disfruta del amor de los demás y recibe placer específicamente de ahí, no sentirá placer al preocuparse de sí mismo. Y si no hay placer, no hay preocupación y no puede trabajar.
Esta es la razón por la que tú, algunas veces, encuentras en la naturaleza que, por el amor por los demás, si es excepcionalmente fuerte, uno podría cometer suicidio. Además, en el amor por el Creador, algunas veces una persona está deseando abandonar el tercer discernimiento arriba mencionado. Más tarde, desea reconocer el segundo discernimiento, y después el primer discernimiento; es decir, los tres discernimientos en la existencia de la realidad.
¿Pero cómo puede cancelar él su propia existencia? El asunto es: “Si su existencia es revocada, ¿quién podrá ser el que reciba el amor?” Pero el Creador concede amor con el poder para distraer a la persona del camino correcto. En otras palabras, él deja de ser racional y desea ser anulado de la realidad por la fuerza del amor, y su raciocinio no tiene fuerza para detenerlo.
Por eso, si preguntamos: “¿Cómo es posible que uno llegue a tal estado?”, existe una respuesta a eso: “Prueba y ve que el Señor es bueno”. Por eso la naturaleza requiere de la anulación, aunque uno no lo entienda racionalmente.
Ahora podemos entender el verso: “Y tu podrás amar… con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas”. “Tus fuerzas” significa la existencia de la realidad, “tu alma” significa tu propia existencia, y “tu corazón” ya es un alto grado, es decir, que contiene ambas inclinaciones –la inclinación al bien, y la inclinación al mal.

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