El alma está entre la Luz y la oscuridad
![laitman_9156_1_wp[1] laitman_9156_1_wp[1]](http://laitman.es/wp-content/uploads/2010/04/laitman_9156_1_wp1.jpg)
Toda la realidad procede de la separación entre la Luz y la oscuridad, cuando realmente podemos empezar a “filtrar” las cualidades que pertenecen a este mundo y al mundo por venir.
Con ayuda de las aclaraciones, discerniendo las cualidades para el otorgamiento y la recepción, empezamos a crearnos a nosotros mismos. Todo lo que estudiamos en nuestro mundo es una existencia animal, es decir, nuestra naturaleza.
¿Por qué se denomina animal? Porque el animal no puede madurar y se queda en el mismo nivel de sensaciones.
Por eso, antes de empezar a usar la Luz para crearse a sí mismo —distinguiendo entre las cualidades de otorgamiento y recepción, uniendo todo el tiempo estas cualidades de otorgamiento, deseando estar con ellas y de ellas crearse a sí mismo—, el hombre solo existe en este mundo.
Como de una gota de semen en el útero de la madre empieza a construirse el cuerpo del embrión, de tal modo debe el hombre —con ayuda del grupo, el entorno, los estudios, las intenciones y diferentes acciones— debe intentar añadir y acumular cada vez más las cualidades del otorgamiento. De esta manera, se crea en él el cuerpo espiritual.
Cada vez él revela una parte más en el otorgamiento, deseando unirse a esta cualidad, y esto se denomina su próxima reencarnación.
Y que cada vez él vea su vida nueva, su posibilidad nueva, para una y otra vez añadir a sí mismo las cualidades del hombre que es semejante al Creador, al otorgamiento (el hombre “Adam” procede de la palabra “Edome”, semejante).
(Extracto de la lección sobre el libro del Zóhar, correspondiente al 26 de abril 2010).
No hay comentarios:
Publicar un comentario