Conversación
de Rav Laitman 19/08/05
A
partir de percibir el Mundo Superior, un Cabalista entra en una dimensión
diferente. Un mundo entero se revela ante él en su totalidad, belleza y
riqueza. Es algo que no existe en este mundo. Percibe una imagen totalmente
diferente: las fuerzas que traen a nuestro mundo en acción y las almas que no
están conectadas a los órganos. Pasado, presente y futuro se fusionan ante él, quien experimenta todo esto y vive la
completitud de lo Eternal en una sensación perfecta, sintiendo que él abarca el
Universo entero.
Esta
experiencia profunda, emocional es imposible expresarla a través de las
palabras. En sus libros, los Cabalistas solamente nos aconsejan como lograr tal impresión o
sensación y el descubrimiento de esta realidad. Ellos escriben acerca de la clase
de acciones que debemos conformar dentro de nosotros, con nuestra propia
fuerza, deseos, pantallas, Reshimot; con todo, dentro de nuestra alma.
"Realice ciertas acciones y usted sentirá". Sin embargo, esto no nos
dirá que es lo que sentimos, porque es imposible transmitir un sentimiento.
Es
lo mismo en este mundo. Si quiero hacer una oferta a alguien: ¡" Lo
intento, y veré lo que es!, " si realmente es amargo o
dulce, una cosa o lo otro, solo insinúo a lo que es, lo que voy a intuir, o en
como conseguiré la sensación. Todavía la sensación misma, cuando está yendo al
sentido, o en como alcanzaré la
sensación. Aún la sensación de mi mismo, cuando estoy siendo llenado con ello,
es experimentado solamente por mi, y no por alguien más.
Es por eso que es difícil para un Cabalista
transmitirnos lo que él siente, lo que afronta, lo que está siendo revelado
ante él: lo qué es el Mundo Oculto. En la esencia de todos los medios de
nuestro mundo que podemos utilizar para tener la noción de una idea, o para
crear una imagen y transmitirla a las personas que no experimentan la
espiritualidad; hay solo un medio que de algún modo expresa las impresiones y
el deleite de un hombre, ante quien los Mundos Superiores se le revelan: El
sonido.
Sin embargo, aún los sonidos no
pueden transmitir impresiones con precisión, ya que no tenemos el mismo Kelim,
deseos, los mismos órganos sensoriales y los órganos de atributos interiores
como aquellos de los Cabalistas, que logran y sienten los Mundos Superiores.
Los Sonidos nos dan una impresión como algún símil, algún débil duplicado.
Por eso, los Cabalistas, además de
escribir artículos y material muy profundo y difícil, también escriben
canciones y melodías. Es una forma más de expresar las sensaciones de un Cabalista
de una manera más concisa, directamente de corazón a corazón, a través de
sonidos, sin palabras, para que estos sonidos entren en nuestro corazón y nos
cambien de alguna manera, de algún modo la sintonía en la percepción del Mundo Superior.
Hay un alma en cada uno de nosotros.
El alma de un Cabalista se asemeja a un instrumento musical que ya ejecuta y
siente correctamente, similar al violín de David. Esto no es un violín regular
como normalmente es retratado sobre pinturas, pero el kli Interior del alma de
un Cabalista, dentro del cual el siente la realidad de una manera determinada y
puede expresar a través de los sonidos.
Por eso el Rey David fue capaz de
escribir un libro de Salmos para nosotros que está compuesto completamente por
las impresiones del Mundo Superior.
Tenemos
un enorme regalo del último gran Kabbalista
de nuestra generación, Rav Yehuda HaLevi Ashlag (Baal HaSulam), quien recibió
este nombre debido a su comentario sobre el Zohar — Sulam (la escalera). En sus
melodías, expresó en esencia todos los pasos y las sensaciones de los Mundos Superiores.
Escuchando
estas melodías, nos acercamos más a la verdadera sensación de la Realidad Superior,
espiritualidad. Uno gradualmente se deja
atraer más cerca y, como si entrara al Mundo Superior. Por supuesto, todavía se
carece de atributos interiores, que se reciben en el proceso de estudio, a
través de escuchar las lecciones. Sin embargo, en cualquier caso, para cada
persona independientemente de cuánto sabe y cuánto él o ella ha estado
estudiando Cábala, los sonidos son el medio más corto, más directo y simple
para experimentar algo de lo espiritual.
En
el Mundo Superior, un Cabalista siente Estados que son fuerzas mejores o
peores, positivas y negativas; existe entre ellos, gobierna, mientras que lo
gobiernan. Esto es muy similar a lo que sentimos en este mundo. Un Cabalista
expresa todos estos Estados a través de melodías. Por eso hay melodías aparentemente
tristes y hay más alegres. Pero en realidad se trata de cómo oímos. Un Cabalista
que escucha esta melodía y detecta las imagenes que despierta, solo siente emoción.
Estos
sonidos pueden parecer dolorosos; una melodía puede ser triste, pero en
realidad no es triste, está llena de emoción y solo en nuestros sonidos se
expresó como cierta tristeza, como si una persona que escribió los sonidos
carece de algo. Esto es como nos parece, ya que en nuestro mundo utilizamos cartas,
notas, carencia de cumplimiento, Kelim y no la luz que les satisface. Nosotros
podemos sentir solo los Kelim y no las luces.
Pero
en cualquier caso, cuando uno escucha esta música, lentamente se acerca al
Estado en el cual estos Kelim son llenados con la luz. Él entonces sentirá las
mismas experiencias interiores que siente un Cabalista.
Deseo que cada uno de ustedes se hiciera
digno de sentir aquellos espacios enormes, sensaciones, el Mundo Superior
entero, el Creador, la Luz Superior que llena el alma, nuestro Kli colectivo en
cada melodía de las 125 canciones en el libro de los Salmos.
Rav Yehuda Ashlag (Baal HaSulam) pensó en nosotros. El quiso que nosotros nos
acercáramos más a este estado, razón por la cual nos dejó sus melodías.
Vamos a escucharlas y reflexionemos sobre estas melodías como que son el medio para entrar en el Mundo Superior.
Vamos a escucharlas y reflexionemos sobre estas melodías como que son el medio para entrar en el Mundo Superior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario